Matronatación

La matronación es una actividad que consiste en un trabajo de la propiocepción y de los mecanismos reflejos innatos en el niño con objeto de que no los pierda durante los primeros meses de vida.
Uno de los principales reflejos que se trabajan es la apnea voluntaria, mecanismo mediante el cual el recien nacido es capaz de bloquear las vías aéreas superiores al sumergirse o al recibir agua sobre la cara o la cabeza. Al mismo tiempo, se trabaja la estimulación sensorial con diferentes formas y colores con objeto de despertar en el niño una motricidad temprana.

Cada clase de matronatación varia según el sitio. En general, duran de 30 a 45 minutos, dependiendo de la resistencia y reflejos del bebé. En las clases se trabajan con materiales didáctivos (pelotas, tablas, etc) adecuados a cada edad.

A tener en cuanta en las clases de matronatación:

1. El pediatra debe cuidar de la salud del niño.
2. El monitor de la actividad debe de estar cualificado (CcAFD/INEF-TAFAD)
3. El niño debe ser el protagonista de sus juegos.
4. La experiencia debería ser compartida con los padres.Los vínculos padres-hijos tan complejos y definitorios para la personalidad de los niños, encuentran un lugar propicio para desarrollarse de modo óptimo.
5. El tiempo dependerá de la resistencia y disfrute del bebé.
6. Es conveniente esperar hasta el cuarto mes de vida.
7. Evitar los sustos al bebé.
8. No hay que dejar “nunca” al bebe solo cerca del agua (exceso de confianza).
9. No debemos permitir el consumo de alimentos antes de la sesión de matronatación.
10. Es importantes secar al niño inmediatamente después del baño, para evitar los cambios bruscos de temperatura corporal.
11. Un niño enfermo no debe bajo ningún concepto bañarse.
12. No forzar el desarrollo de habilidades en el bebé para alcanzar el desarrollo de sus compañeros.
13. Utilizar siempre suelas antideslizantes, evitar el saltar o cualquier tipo de juego en la orilla de la piscina.
14. Debemos de tener en cuenta el control higiénico y sanitario del vaso.
15. Evitar la falsa sensación de seguridad que se desarrolla al ver a los bebes moverse en el agua. Cada niño debe de ir acompañado de un adulto.